martes, 30 de noviembre de 2010

cuidados del niño

VACUNACIÓN


La aplicación de vacunas constituye la medida de prevención más efectiva de prevención contra algunas enfermedades graves de la infancia. Pueden ser inyectables u orales y actúan reforzando las defensas del niño.

Si los niños no son vacunados, tres de cada cien morirán como consecuencia del sarampión; otros dos morirán de tos ferina; uno más de tétanos y uno entre doscientos quedará incapacitado por toda la vida a causa de la poliomielitis. En caso de sobrevivir a ellas pueden quedar debilitados o morir más adelante a consecuencia de sus complicaciones.

Por ello, es necesario que todos los padres conozcan las razones por las cuales deben vacunar a sus hijos, cuántas veces deben llevar a los niños a recibirlas , cuándo y dónde pueden hacerlo.

Es muy importante vacunar a los niños durante los primeros meses de vida y que les apliquen la serie completa de vacunas pues de lo contrario éstas no surten el mismo efecto.



Lo fundamental es que los padres sepan que tienen que vacunar al recién nacido contra la tuberculosis y la poliomielitis; que a los dos, cuatro y seis meses debe recibir la DPT o Triple que lo protege de la difteria, tos ferina y tétanos, junto con la antipoliomielítica y a los nueve meses aplicarle la del sarampión. El niño debe cubrir su esquema básico de vacunación antes de cumplir un año de edad.

También es necesario conocer la importancia de reforzar éstas vacunas, de la siguiente manera: Cada año la antipoliomielítica, durante los Días Nacionales de Vacunación; a los dos y cuatro años la Triple o DPT; a los seis años la antisarampionosa y contra tuberculosis y a los nueve la antitetánica, esta última conviene reforzarla cada cinco años.

Las vacunas protegen contra algunas enfermedades peligrosas. Un niño que no está vacunado tiene más probabilidades de enfermar, de quedar incapacitado ó de morir.

La vacunación es una medida urgente e indispensable para cuidar la salud del bebé. Todos los niños deben recibir todas las vacunas antes de cumplir el año de edad.

La Cartilla Nacional de Vacunación sirve para recordarnos las vacunas que cada niño necesita, las que ha recibido y las que aún les hacen falta y cuándo deben aplicarse. Conviene llevarla siempre que vaya a consulta.

Es necesario llevar a los niños al centro de salud a los dos, cuatro, seis y nueve meses para cubrir su esquema básico de vacunación y luego a los dos, cuatro, seis y nueve años a ponerle sus refuerzos, para que queden bien protegidos.

Si llevas a tu hijo al centro de salud por cualquier motivo, aprovecha la oportunidad para completar sus vacunas; recuerda que son gratuitas y muy importantes.

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